URBANISMO
Día Mundial del Urbanismo y Lanzarote con la casa a medio barrer
El Plan Insular de Ordenación data de 1991 y aguarda su revisión desde hace varios lustros, mientras la última revisión del PGO de Arrecife se produjo en 2004.
La conmemoración del Día Mundial del Urbanismo nos coge en Lanzarote con la casa casi sin barrer. El instrumento que, nada menos, ordena territorial y urbanísticamente toda la isla, el Plan Insular de Ordenación, data de 1991, y aguarda infructuosamente su revisión desde hace varios lustros. En la ciudad, la última revisión del Plan General de Ordenación de Arrecife se produjo en 2004 y se limitó a una adaptación básica a una ley canaria de superior rango. Pues sí, está a medio barrer.
Más de la mitad de la población mundial vive en ciudades
Lanzarote cuenta con una suerte de continuum urbano formado por Costa Teguise, Arrecife, Playa Honda, Puerto del Carmen y Playa Blanca. Sin ser propiamente una ciudad, tiende hacia esa configuración; en esa conurbación se encuentra la mayor parte de la población residente y turística y tiene lugar la mayoría de los desplazamientos motorizados. Asimismo su fisonomía y forma de ocupar el suelo es muy distinta, siendo Arrecife el espacio de peor calidad urbanística de todos ellos.
Más de la mitad de la población mundial vive en ciudades, que consumen entre el 60 y 80% de toda la energía eléctrica mundial y son el origen del 70% de las emisiones de carbono que están aumentando el efecto invernadero. Estos datos explican por sí solos la necesidad de que las ciudades se vuelvan lugares sostenibles y eco-amigables. Para ello, se utiliza el urbanismo, que es la disciplina que tiene por objeto el estudio de los sistemas urbanos para resolver sus problemas con el fin último de mejorar la calidad de vida de la población.
A pesar de su complejidad, el urbanismo puede ceñirse a cosas muy concretas
Cada 8 de noviembre se celebra el Día Mundial del Urbanismo, que tiene la finalidad de concienciar a autoridades y planificadores urbanos de generar ambientes sanos, gratos y con espacios verdes. A pesar de su complejidad, el urbanismo puede ceñirse a cosas muy concretas, como aumentar el número de parques y zonas verdes, facilitar el acceso a servicios prioritarios como los centros de salud y los educativos, mejorar la red de transporte sin que represente una fuente de contaminación, y hasta planificar la creación de más urbanismo desde un sentido estético y funcional.
La gran herramienta del urbanismo es la planificación, pues ha de prever y adelantarse a los flujos migratorios que se dirigen hacia los espacios urbanos. Esto exige a los planificadores atender las demandas de vivienda, de centros educativos y de salud, o a las necesidades de movilidad de la población, dando prioridad al transporte colectivo y no contaminante. Pero hay un aspecto que cada vez adquiere más importancia, y es la creación de espacios verdes y recreativos para garantizar un pulmón de oxígeno para todos los habitantes en estas zonas tan contaminadas.
