Castro, Canarias7 y Canarias8

Castro, Canarias7 y Canarias8

¡Guau! Hacía tiempo que no hablaba con el Canarias7 desde lo del mariposario del jefe. Hoy me apetece ‘interrumpir’ al señor Fernando Castro. A ver si lo entiendo, hombre: la imagen de César se puede utilizar para traer más y más turistas, y construir más y más urbanizaciones. Y salvaguardar con ello a más y más especuladores (capitalismo duro, de derechas). Y no se le debe utilizar para tratar de contener eso, además desde el lugar que él creó para tal fin. Dice el tal señor. Y les llama a la Fundación extremistas de izquierdas.
 
Y como el Parlamento de Canarias es, por lo visto, muy de izquierdas y no le publican el libro, pues se tiene que buscar a alguien, muy de derechas y pro empresarios perseguidos (los pobrecitos) por la Fundación, para que se lo publique y ale ale… ¿Dónde los encuentra? Trata el hombre de llevar el tema a la cuestión de izquierdas-derechas. Capitalistas-anti capitalistas, para camuflar el asunto de fondo: seguimos especulando o paramos. Porque a César todos lo vimos, sus amigos ricos de derechas y todos, lo vimos mandarlos a tomar por culo cuando se terció. Y a los de izquierdas.
 
Pero eres listo, hombre. Nos cuentas que, en esta isla, una poderosa izquierda extremista tiene subyugados a los pobrecitos y desamparados poderes empresariales y políticos de derechas. Es verdad que es un imposible, pero somos seres con imaginación. ¿Tú crees de verdad que si César ahora pudiera bajar un rato y pudiera ver con calma el percal, te iba a decir cosas bonitas a ti y meterle la bronca a José Juan? Ni en tus sueños, ni en tus pesadillas. Hombre.
 
Sacar de contexto y de tiempo que las obras de César ahora no se harían por problemas ambientales, es un poco disparatado
Yo no fui amigo de César, pero tuve mucho contacto con él los últimos años de su vida como presidente de una organización de la que él era presidente honorario. Nunca le vi preocupado por el valor de su obra, ni por su fama, ni por sus enseres (sólo que se terminara la Fundación). Más allá de las legitimas aspiraciones de cualquier artista. Siempre le vi obsesionado por el daño que le hacían a ‘su’ isla. Un auténtico coñazo con el tema. Los Pocillos fue una anécdota, la más visible, pero su preocupación, más bien trauma, iba mucho más allá.
 
Sacar de contexto y de tiempo que las obras de César ahora no se harían por problemas ambientales, es un poco disparatado. Seguramente su propia vida, sus gustos y sus maneras de ser también estarían mal vistas. Si tenemos en cuenta que los pudo desarrollar en época franquista, nos da una idea de donde nos encontramos ahora. Hombre.
 
Me sorprende que en la entrevista no arremeta contra el CAAM. Los argumentos serían los mismos. Por cierto, lo del Cid es un asunto de ultra-derecha. Un poquito de claridad no estaría mal. Mira que ya tendría ejemplos de ultraizquierda para poner. Imaginación. Tengo amigos que opinan como usted. En el fondillo. En la forma, si los conozco bien, estarán pensando fuerte cagada. ¿Pa esto trincamos a un "intelectuá de pa fuera"?
 
Debe haber mil entrevistas en televisión a César. En periódicos y otros medios, de aquí de pallá y pa más pallá, entrevistas en las que pudo hablar de su pintura y su arte. Yo siempre le recuerdo hablando de lo mismo: los especuladores se están cargando la isla. Y antes de eso, del proyecto utópico que tenía en su mente. Lo que no quiere decir que, en privado y alguna tertulia pública, con usted u otros, no tuviera excelentes y preciosas conversaciones sobre pintura y arte en general. Yo se las envidio. Pero su ego le traiciona. ¡Extrema izquierda! ¡Manda güevos, Trillo, cómo está la cosa!
 
Los brutos tenemos secretas sensibilidades. Y somos muchos. Así que no es tu descubrimiento, genio
Y ahora volvamos al principio, uso sus palabras: “Toda su obra espacial, arquitectónica, tiene una fundamentación cósmica, un sentimiento espiritual, panteísta. Su verdadera religión era la religión del cosmos. Su obra arquitectónica no debe confundirse con el fin turístico y económico. Los Centros son santuarios para contemplar el cosmos, lugares sagrados. Es la tesis que aporto de la teoría del paisaje de César” (Fernando Castro, Canarias7). Eso aquí lo sabíamos muchos desde hace mucho y sin hablarlo con él o hablado con él. En mi caso, sobre mis experiencias en la solitaria Alegranza, donde las estrellas y el espíritu están ahí, más allá de las palabras. Sin religión. Y sí, recuerdo hablar con él que no eran tiempos para intervenir en el jameo de Alegranza. No necesité ni un minuto, ni un gesto, para que lo entendiera.
 
Cuéntele esto a la otra parte, a los que pagan. Porque al final, yo le llamo el ‘Jameo de las guaguas’ al de Lanzarote, de donde salen ingentes cantidades de pasta y sigue creciendo. Porque si su isla la chingaron (pese a los esfuerzos de su definida extrema izquierda), no le cuento sus santuarios. Afortunadamente nos quedan algunos, obras de nuestros antepasados. Donde, desde tiempos inmemoriales, hablamos con las estrellas y con las piedras. No es un privilegio de artistas, ni del gremio. Los brutos tenemos secretas sensibilidades. Y somos muchos. Así que no es tu descubrimiento, genio. Pero, bueno, dicen de Colón que descubrió América. Donde, por cierto, ya hablaban con el Cosmos (los descubiertos, digo).
 
Muy simpática la anécdota que aporta, si es suya: cambiar mafia verde por ultra izquierda no está mal. Tiene su lucidez estratégica. Malotes son.
 
Usted cuenta el cuento desde Canarias7; yo lo cuento desde Canarias8, una islita por delante, un día por venir.
 
Suerte con ese libro.

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