Opinión

Canarias no se defiende vetando

Canarias no se defiende vetando

De todos los territorios que conforman el Estado, sin lugar a dudas el más singular y diferente es el Archipiélago Canario. Así lo reconoce la Unión Europea, singularizando expresamente a Canarias como Región Ultraperiférica, en la que se aplica de forma diferenciada o se modulan sus directivas, reglamentos y normas. Así lo reconoce España, que, entre otras cosas, valida su Régimen Económico y Fiscal de aplicación expresa en nuestras islas. Sin embargo, es la geografía la que de verdad certifica de forma clara y contundente el hecho diferencial de Canarias. Geográficamente, estamos en África, a menos de 100 kilómetros de la costa africana y a más de 1.500 de la frontera sur de Europa.
 
A los partidos de ámbito estatal les cuesta mucho reconocer las singularidades de Canarias
Nuestra flora y nuestra fauna nada tienen que ver con la continental, ni nuestros barrancos con los ríos peninsulares. Tampoco nuestra dependencia del transporte aéreo y marítimo. Ni las condiciones en las que se desarrolla nuestra agricultura y ganadería, o las condiciones para impulsar el sector industrial -por la lejanía de las materias primas-. Nos hace distintos nuestra dependencia del sector turístico. Nuestro IGIC no tiene que ver con el IVA continental. También nos singulariza nuestra organización político-administrativa y nuestra peculiar forma de ser y de hablar. Hasta nuestro horario es diferente. La geografía, la naturaleza, la historia, la cultura, la forma de hablar, la organización político-administrativa, el Régimen Económico Fiscal y, entre otros factores, el reconocimiento político-institucional de España y de la Unión Europea, hacen de Canarias una tierra diferente que exige de medidas políticas, legislativas, económicas y sociales adaptadas a su realidad.
 
La participación de la ciudadanía en la política se canaliza a través de los partidos. En España, a lo largo de estos más de cuarenta años de democracia hemos tenido formaciones de ámbito estatal y territoriales, más comprometidos con la defensa del territorio que representan. A los partidos de ámbito estatal les cuesta mucho reconocer las singularidades de Canarias -en su estructura organizativa interna y en sus programas de actuación- para no crearse problemas con otros territorios. Hasta ahora, tanto el PP como el PSOE sólo han cedido ante algunas de sus organizaciones territoriales con mucho peso político, social y económico. No ha sido el caso, ni mucho menos, de estas organizaciones en Canarias.
 
La falta de contundencia  en la defensa de los intereses de las Islas- o la miopía histórica que han tenido siempre los partidos estatales con Canarias- favoreció el crecimiento en nuestro Archipiélago de fuerzas políticas netamente canarias.
 
El espíritu que debe posicionar el voto de los nacionalistas canarios es el del acuerdo con el hipotético Gobierno de España
Coalición Canaria surgió en el año 1993 por el sistemático abandono al que estaba siendo sometido nuestro Archipiélago por el Gobierno de turno en España. Objetivamente, hay un antes y un después del peso y el reconocimiento de Canarias en el conjunto del Estado desde que los nacionalistas canarios tuvimos presencia en las Cortes Generales. De esa presencia de los nacionalistas canarios en el Congreso y en el Senado surgieron acuerdos muy importantes con los Gobiernos de España, que han ayudado a mejorar las herramientas económicas, fiscales y competenciales para encarar nuestro futuro. También para nuestras infraestructuras. Y para el turismo. Y para el transporte de mercancías. Y para que podamos viajar entre las islas y con la Península con un 75% de bonificación. En definitiva, la razón de ser de la presencia de los nacionalistas canarios en el Congreso y en el Senado ha sido y debe ser defender los intereses de Canarias, de los que aquí vivimos.
 
En las elecciones generales los que ideológicamente se sienten identificados con la derecha lo expresaron votando a Vox, PP o Ciudadanos; igualmente, los identificados con la izquierda lo hicieron con el PSOE o con Unidas Podemos. A los partidos territoriales -incluida la coalición CC-NC- se les votó para que defendieran los intereses de nuestra tierra.
 
El espíritu que debe posicionar el voto de los nacionalistas canarios, en las complejas alianzas que se tejen en Madrid, es el del acuerdo con el hipotético Gobierno de España para que asuma la agenda canaria. A los nacionalistas canarios se les vota para que defiendan Canarias, no para vetar a otras formaciones políticas.

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