Opinión

Autónomos, una especie en peligro de extinción

Autónomos, una especie en peligro de extinción

Hay que estar hecho de una pasta especial para renunciar a la posibilidad de ser funcionario, o trabajar para la empresa privada, o intentar escalar en una gran corporación. La persona que renuncia a ello y decide perseguir un sueño, no imagina todo lo que se le viene encima. A esta profesional antes se le llamaba autónomo, y ahora también se le conoce como “emprendedor”, que suena mejor, pero es lo mismo. 

¿Cómo se germina un autónomo o emprendedor?

Esta especie es una gran observadora de su entorno, reconoce las cosas que no funcionan bien y uno de sus entretenimientos es pensar en cómo podría mejorarse. De entrada es una especie de juego mental, pero cuando dan con ello, algo se enciende en su interior, y cada día va creciendo, hasta preguntarse el por qué no ponerlo en práctica. Este será su principio y ya no tendrá vuelta atrás.
 
Usará sus ahorros, solicitará el pago único del paro, hipotecará sus bienes, hará cualquier cosa por sacar adelante su proyecto, porque ha descubierto algo que le hace especial y único y que pondrá al servicio de la comunidad. En ningún momento piensa en que se hará millonario, ni siquiera si ganará dinero, lo cual le cegará porque tampoco será consciente de todos los problemas que se le vienen encima.
 
El autónomo, además de desarrollar su idea se convierte en contable, jefe de personal, psicólogo, negociador, estudiante para la formación permanente, maestro para sus empleados, etcétera.
 
Para empezar, su alta en la Seguridad Social la realizará con la cuota mínima, mientras sus empleados están en niveles superiores de cotización y estos siempre cobran a final de mes. El autónomo se llevará algo para casa si queda, porque siempre aparece algún imprevisto.
 
Si las cosas van bien el crecimiento es lo normal, más empleados, más inversión, más financiación que los bancos solo te darán si ven un buen proyecto y unas propiedades interesantes con las que se pueda avalar el proyecto.
 
Hasta ahora el caer enfermo no estaba contemplado, por lo que ocurriera lo que ocurriera, el autónomo tendría que seguir trabajando desde casa, desde su lugar de vacaciones, o desde la cama de un hospital.
 
Cuando los clientes empiezan a tener problemas de liquidez lo sufre el autónomo, primero porque tienes que darle un poco de tiempo más para el pago, y segundo, porque cuando tienen que cobrar solo puedes hacerlo a través de los juzgados y todo es tan lento que, cuando se terminan los pleitos, ya no hay de donde cobrar.
 
A Hacienda le da igual si has cobrado las facturas y el IVA o el IGIC a tus clientes, tienes que hacer obligatoriamente tu declaración trimestral y pagar, lo demás es tu problema.
 
Cuando una mujer tiene un hijo el tiempo de dedicación a la maternidad se reduce a una semana o diez días, porque aunque sea de manera parcial, tiene que seguir tirando de su empresa.
 
Yo recibí esa llamada, el 15 de febrero de 1988 me convertí en autónoma y conozco perfectamente todas las fases y problemas que acompañan a esta especie, sea cual sea la actividad que desarrolle. Ha sido una gran experiencia de vida pero he de reconocer que en muchos momentos fue muy dura.
 
Por ello, hoy puedo afirmar que somos el pilar de la clase media de nuestro país, y que hay mucho trabajo que realizar desde la sociedad y desde la política para que se pueda seguir adelante. Yo ya voy de retirada, pero quiero poner mi experiencia a su servicio y ayudar a potenciar cualquier cambio que anime y apoye a las generaciones actuales y futuras de esta singular especie que se autoemplea y genera la mayor parte del empleo estable en nuestro país.
 
Por ello, se ha de potenciar de inmediato las medidas urgentes para autónomos, tanto las que proponemos desde nuestro partido Ciudadanos, como las que se puedan incorporar desde cualquier otro foro para apoyarles y que sepan que estamos con ellos.
 
Hagamos todos un esfuerzo por la supervivencia de esta especie, ya que su extinción sería uno de los mayores fracasos de nuestra sociedad.
 
María Moreira

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