Arrecife Central

El consumo responsable es vital para frenar la desaparición del comercio local. Vaya… Así que no ha bastado con reabrir al tráfico la avenida marítima de Arrecife y, por eso, la Cámara de Comercio promueve una campaña de concienciación con el apoyo de las patronales del comercio. Es lo que tiene la demagogia, que te la acabas tragando en seco sin un mal vaso de agua que ayude a digerirla. La palabra perdón no se ha escuchado, de momento. 
 
En un ataque repentino de lucidez, la Cámara alerta de la situación a la que se enfrenta el comercio local ante la amenaza de las grandes multinacionales de comercio electrónico. La presencia cada vez mayor de estas plataformas de venta está afectando gravemente a la supervivencia del comercio local, que se enfrenta al cierre por falta de clientes, señala. Esta situación aboca al abandono de establecimientos en las vías urbanas que dinamizan las calles, a la vez que provoca la destrucción de muchos empleos, sostiene.
 
El rigor ha regresado a la Cámara de Comercio, tras echarlo a patadas cuando su dirección decidió inmiscuirse ilegítimamente en la última campaña electoral en Arrecife. Ahora, cuando se ha visto que la reapertura al tráfico de la avenida era una pantomima, nos recuerdan lo obvio, las profundas transformaciones que se están registrando en el comercio y que, entre otros efectos, supone la desaparición del pequeño comercio tradicional.  
 
En estas, viene la ministra de Transición Ecológica y anuncia que la futura Ley de Cambio Climático obligará a los municipios de más de 50.000 habitantes a establecer una zona de bajas emisiones cuyo objetivo último es el de reducir la contaminación. Así que la capital de Lanzarote vendrá obligada a establecer su Arrecife Central para, entre otras cosas, combatir la calima cuando se tercie. Ahí van dos tazas. Siento curiosidad: ¿Sabrán los dirigentes de la Cámara de Comercio pedir disculpas?

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