Alarma en el PP

El Partido Popular (PP) ha convertido Arrecife en un estado de alarma constante. Para los populares, Arrecife se hunde. Sólo la ciudad, porque en el resto de Lanzarote la situación no es catastrófica. Y señala la hecatombe con palabras gruesas y calificativos espantosos, poco menos que invitando a la ciudadanía a salir a la calle al rescate del Consistorio, que sería el culpable de todos los males que aquejan a la capital.
 
No voy a ser yo quien sostenga que la ciudad está impecable y que el Ayuntamiento funciona como un reloj suizo. ¡En absoluto! Sí digo que el PP de Arrecife está histérico y no es porque la ciudad no funcione bien. De ser así, el PP estaría triste, cabizbajo y transmitiendo ilusión para mejorarla. Pero no, lo que participa es un sofocante manojo de nervios, lo cual sólo puede obedecer a una cosa que ya comienza a circular por los mentideros: hay encuestas y los pronósticos vaticinan un desplome electoral del PP en el municipio de Arrecife. De ahí que, de repente, hayan pasado a un estado de hiperactividad y de ansiedad con el que, seguramente, tratan de dar un vuelco a los sondeos. Y distraernos de otros problemas domésticos que padecen los populares, y que tienen que ver con el rigor mortis que se aprecia en su proyecto político.
 
Pero no sólo. El avance de Ciudadanos (Cs) tiene a los populares hablando por las esquinas. Cs ya ha logrado penetrar en el ámbito rural y su afiliación crece a una media de un 60 por ciento en Canarias. Y la última encuesta de Metroscopia los consolida como la fuerza más votada en los sondeos. Se ve venir que el partido que lidera Albert Rivera puede pintar de naranja un buen trozo del panorama político de las Islas en las elecciones de 2019. Así que ya sabes, el apocalipsis en Arrecife es inminente, según el PP.

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