Opinión

Una lección de generosidad

Una lección de generosidad

En la tarde de ayer martes celebramos una reunión entre la Consejería de Educación del Gobierno de Canarias, el Ayuntamiento de Arrecife y las comunidades educativas del todavía Instituto de Educación Secundaria Zonzamas y de los todavía Colegios de Enseñanza Infantil y Primaria Los Geranios y Mercedes Medina.

El objeto del encuentro era la puesta al día del proceso por el cual el instituto pasará a ser Centro Integrado de Formación Profesional de manera exclusiva, Los Geranios se mantendrá como centro para alumnado de entre tres y 12 años gracias a una obra de ampliación y el Mercedes Medina se convertirá en Instituto de Secundaria y Bachillerato.
 
Una reorganización del mapa educativo de la capital que confiamos sea positiva para nuestros estudiantes, al mantener las plazas de infantil, primaria y secundaria y ampliar las destinadas a la formación profesional, tan necesaria y demandada en la actualidad.
 
El encuentro fue intenso pues se abrió con la mala noticia de que las obras para la construcción de las ocho aulas polivalentes, comedor y cocina de Los Geranios se iban a retrasar por los trámites previos y las nuevas instalaciones no estarían operativas para el próximo curso.
 
Como en casos similares, el recurso a las aulas modulares se presentaba como única opción. O barracones temporales o división de las comunidades docentes o paralización durante un año del nuevo reparto de enseñanzas.
 
Y en este punto llega el motivo que me ha animado a escribir estas palabras, la lección de generosidad ofrecida por la comunidad educativa del colegio de Los Geranios. Su director, Jesús Toledano, ante la posibilidad de verse obligado a trasladar a parte del alumnado a las aulas prefabricadas, decidió sin pensárselo dos veces que fueran los espacios comunes, sala de profesores, laboratorio, salón de actos o biblioteca, los que tuvieran una nueva ubicación.
 
La renuncia al espacio propio, el desvelo por los jóvenes estudiantes y por su bienestar, la decisión inmediata, inteligente, sensible y ajena a linchamiento visceral en una situación de crisis y la apuesta por la calidad de la oferta educativa adquirieron ayer un nombre propio, Jesús Toledano.
 
Y junto a este reconocimiento, vaya también mi enorme agradecimiento al profesorado y familias de los tres centros, que abrazaron la propuesta y han demostrado paciencia, dedicación y empatía con las Administraciones desde el principio.
 
Muchas gracias y a su entera disposición.
 
Eva de Anta, alcaldesa de Arrecife

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