Un alcalde de propaganda

El Ayuntamiento es la administración más cercana al Ciudadano y es el Alcalde, como máximo representante, el que ha de asegurarse que el Vecino o la Vecina que se dirige a la misma, en busca de una solución a “su problema” encuentren personas que se interesen y preocupen por resolvérselo, sea competencia de esa administración o de cualquier otra.

 

Concretamente en el Ayuntamiento de Tías, son muchos los Ciudadanos que acuden a hablar con el Alcalde y se llevan la sorpresa de que éste no termina por hablarles claro o les lanza evasivas, les enreda con herencias recibidas o les remite a dirigirse al Cabildo o Gobierno de Canarias, sin preocuparse de ofrecer orientación ni intermediar para facilitar las gestiones  que sean necesarias ante otras administraciones. Con ello lo normal es que las personas que acude a hablar con él solo obtienen confusión y decepción.

 

Un Alcalde al que le gusta más la propaganda y el figureo, que “vende humo” constantemente, un Alcalde no resolutivo, un Alcalde desinteresado, no merece ostentar ese título porque la obligación de un Alcalde o Alcaldesa es velar por los intereses de sus conciudadanos mediante la realización de políticas con el objetivo de la mejora de la calidad de vida de éstos, haciéndose merecedor del cargo que ostenta con hechos y no con eternas promesas y posteriores excusas.