Somos Borja Rubio

Estimado Borja, puede que estés en un partido equivocado, en un tiempo que no te corresponde, pero lo más certero es que estás con los compañeros de viaje erróneos: CC, PSOE, PIL. Te toca bregar con ellos, y con PP, con Cs, con Podemos… 
 
No creo que ninguno esté a la altura, ya no los partidos, que son un ente abstracto, sino las personas que los representan. El partido de gobierno de Arrecife parece haber rechazado una moción dirigida a la rehabilitación de  los edificios históricos abandonados que tanto afean la ciudad, propiciando la peor lectura de la relevancia histórica del Puerto, dinamitando la actividad comercial y provocando la zozobra en los afectos por la ciudad.
 
Las marcas en el  territorio no son sus zonas verdes, ni sus espacios de  ocio; no es su actividad comercial como lo fue en el pasado, ni lo son sus evidencias históricas, en franco retroceso y descabalgadas definitivamente de un futuro posible para la capital insular. Las marcas de Arrecife son solares y fachadas en ruina.
 
Querido Borja, puede que  sea el momento de abandonar. No es que seas el último romántico, es que pocos poetas de la ciudad te han precedido. La parte práctica y mercantilista, la cara menos amable es la que se impone en tus conciudadanos, y en la administración nos representan otros ciudadanos muy poco diferentes al resto. Las mismas aspiraciones desarrollistas, idénticos niveles de incivismo…
 
Si has llegado a la política con el deseo del servicio público, olvídalo
No te contaron, querido Borja, que no es viable medida alguna de intervención sobre los inmuebles históricos, por lo ya expuesto: son los mismos unos y otros. Ni un solo propietario va a autorizar el adecentamiento de una fachada de la que espera que acabe desplomándose de una vez por todas, lo mismo que anhela el equipo de gobierno, dada su manifiesta voluntad de no intervenir. Ningún concejal o alcalde va a contradecir a la propiedad demandando medidas de conservación, ni va  actuar subsidiariamente contra sus iguales, siendo su identidad lo de menos.
 
No gobiernan para el pueblo,  concepto ya desaparecido. Gobiernan para las empresas de construcción. Lo hacen para los propietarios de suelo -que suelen ser los mismos- y para acometer obra pública apta para dementes, con fecha de caducidad y presupuesto estratosférico que realizan técnicos muy competentes y que alimentan a una caterva de alimañas insaciables. Es el modelo de supervivencia de algunos corruptos, que amansa voluntades, compra favores y mantiene el silencio. Se han apropiado del presente,  han comprado el pasado, para destruirlo, y ahora se trabajan el expolio del futuro.
 
Querido Borja, si ellos no te han puesto ahí y tus niveles de decencia son irrenunciables, no dudes de que otros sí tienen precio. Si has llegado a la política con el deseo del servicio público, olvídalo. Acércate a la idea de servirles: es lo que vienen haciendo tus compañeros de viaje. También te queda pelear. Te recomiendo que lo hagas, aunque seas el último ser humano decente que quede sobre estos despojos que llaman arrecife, sin mayúscula.

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