Ocupa una superficie de cerca de 100.000 metros cuadrados

Marina Lanzarote, mirando a barlovento

La ciudad actuó con inteligencia al rehabilitar el territorio tradicional de la flota pesquera para reutilizarlo con fines náuticos y deportivos.
Marina Lanzarote, mirando a barlovento

Dos años después de que se colocara la primera piedra, en octubre de 2014 se inauguraba el puerto deportivo Marina Lanzarote, en la rada de Naos, el abrigo natural que históricamente dio cobijo a la flota pesquera de Arrecife. La ciudad actuó con inteligencia al rehabilitar el territorio tradicional de la pesca para reutilizarlo con fines náuticos y deportivos. Han transcurrido tres años y algunos se preguntan si no hubiese sido mejor orientar las instalaciones a sotavento para abrigar las actividades comerciales, de restauración y de ocio, y los mismos atraques, de los vientos dominantes. En cualquier caso, el interrogante llegaría demasiado tarde porque la situación ya es irreversible.
 
Marina Lanzarote se extiende sobre una superficie marítima y terrestre de cerca de 100.000 metros cuadrados. Dispone asimismo de un amplio aparcamiento para unos 400 vehículos. El conjunto está dotado de todo tipo de avances tecnológicos, desarrolla una gestión medio ambiental pionera y ofrece a sus usuarios más de cuarenta servicios diferentes. Modernidad y vanguardia se conjugan para estar a la altura de las exigencias de los clientes. Al mismo tiempo, se garantizó la presencia de la carpintería de ribera, la pesca artesanal y las labores de varadero como otro eslabón indispensable de este proyecto. El nuevo varadero es también el hogar del carpintero de ribera ‘Maestro Tito’, uno de los pilares de la antigua tradición de la construcción de barcos en la isla que data del siglo XVIII.
 
En realidad es una zona comercial abierta situada en un lugar privilegiado del litoral
Unida al muelle de cruceros turísticos y a tiro de piedra del Charco de San Ginés, esta innovadora instalación náutico-deportiva protagoniza la reapertura al mar de la ciudad de Arrecife. Cuenta con 400 amarres en agua, pudiendo acoger yates de más de 60 metros de eslora, mientras que en tierra destaca la grúa motorizada. Asimismo, sobresale su arquitectura inspirada en las sobrias construcciones tradicionales lanzaroteñas, siendo el blanco el color dominante. Muchas de ellas disponen de miradores con vistas al mar y a diferentes perspectivas de la propia ciudad.
 
En la marina podemos encontrar las principales franquicias dedicadas a la comida rápida, ideales para toda la familia, hasta restaurantes recomendados por la Guía Michelín, pasando por el típico tapeo desenfadado. La cocina internacional, nacional y canaria están presentes en la marina, satisfaciendo todo tipo de paladares. Productos típicos de la tierra, cafeterías, bares de copas y establecimientos de repostería o panadería completan la oferta de Marina Lanzarote.
 
Las edificaciones terrestres tienen la vocación de erigirse en el gran referente insular en materia de hostelería, comercio y ocio, incluido el nocturno, dada la gran calidad y la diversidad de estos servicios. Desde esta perspectiva, se trata de una zona comercial abierta situada en un lugar privilegiado del litoral de Arrecife, y pensada para atender todo tipo de preferencias a la hora de hacer las compras y ocupar el tiempo libre. ¡Lástima que esté orientada a barlovento!

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