Lo difícil en el PSOE

Ganó María Dolores Corujo por la diferencia esperada, 60-40. Pero lo difícil viene ahora, pese a la imagen de unidad que ella y Marcos Hernández ofrecieron tras proclamarse los resultados en la noche del domingo. El PSOE está partido más o menos en dos trozos y no parece sencillo zurcir los rotos para que todas las voluntades aúnen sus fuerzas en torno a un mismo objetivo. Las diferencias internas entre algunos destacados militantes son tantas y de tan hondo calado que haría falta mucho trabajo, y durante largo tiempo, para sanar las heridas abiertas y disponer todos los recursos humanos en hacer realidad los principios, valores y objetivos del socialismo del siglo XXI.
 
Ahora mismo hay dos tipos de activistas en el PSOE: los que están con la secretaria general y los que no quieren estar con la secretaria general y prefieren echarse al monte y ejercer de oposición tan bien o mejor que CC, por decir algo. Pero, del lado de los vencedores, se cuentan con los dedos de una mano, y sobran, los afiliados que están dispuestos a emplear tiempo y esforzarse en acercar posturas e integrar a los vencidos. La generosidad siempre corre por cuenta del que gana, y no basta con decir ponte a trabajar con nosotros y sentarse a esperar.
 
Lo difícil en el PSOE de Lanzarote empieza ahora, y parece oportuno cerrar a toda prisa el debate sobre el sistema de recogida de avales, en realidad una petición anticipada del voto mirando a los ojos a los afiliados que está generando profundas brechas entre ellos. Pero lo importante es que no es lo mismo contar con 200 afiliados trabajado en el objetivo de volver a situar al PSOE como la primera fuerza política insular, que tenerlos cabreados, desmotivados o haciéndote la contra. Hacen falta maestros en el difícil arte de reparar heridas, y no abundan. Tristemente, proliferan los especialistas en todo lo contrario.

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