Las jornadas

Teguise está llevando a cabo unas jornadas dedicadas al sector primario. ¿Cómo están los ánimos entre agricultores, ganaderos y pescadores? ¿Se han superado los traumas del pasado? Este jueves se puso de manifiesto que... va a costar. Que está costando. Las inmensas heridas infligidas en un pasado que se resiste a desaparecer de la memoria, costará que cicatricen. El Ayuntamiento de Teguise ha puesto en marcha las jornadas denominadas 'Teguise, mar y campo'. Tres días de información para los agentes del sector primario del municipio en particular y del que quiera, en general. A lo largo de las sesiones se hablará de la comercialización y técnicas de venta, de las obligaciones legales básicas, de la soberanía alimentaria, de las líneas de ayuda y productos de entidades financieras y, además de un encuentro de mujeres rurales y una visita al Museo Agrícola El Patio, también se impartieron charlas sobre cooperativismo, con el ejemplo de la Cooperativa Cosecha Directa (Gran Canaria), más una mesa redonda con representantes de cooperativas y asociaciones varias. Cada uno con su experiencia personal y colectiva y todos esperanzados en que se consiga cada día un poco más de lo que hay ahora.

 

En esa mesa se escucharon las reflexiones de la Asociación de Queserías Artesanales de Lanzarote, de la Asociación de Agricultores Montaña de Los Valles, de la Cofradía de Pescadores de La Graciosa, de la Organización de Productores Túnidos Optuna 42, de la Asociación de Ganaderos Maramajo, de la Sociedad Agrícola Transformadora El Jable y de la Sociedad Cooperativa Agrícola Guatiza-Mala. El denominador común a todas ellas es la ilusión y la esperanza en que el proyecto tire para adelante. Pero también el miedo y la desconfianza. Durante toda la mesa redonda sobrevoló el fantasma 'de aquellos tiempos'. Nombrar 'cooperativa' en Lanzarote es abrir nuevamente la caja de los truenos. Cuando todo en el sector primario era aprovechado para un descarado y sonrojante beneficio político. Hubo un tiempo en que era imposible crear una asociación, organización o cooperativa que no estuviera mangoneada por un político. Todas se fueron a pique dejando deudas, naturalmente, pero sobretodo una sensación de frustración inmensa. Así que ahí andan, temerosos todavía y sin la confianza suficiente para lanzarse a aventuras empresariales.

 

Uno tiende a pensar que aquellos tiempos ya pasaron, pero en el sector no se está tan convencido. La administración hoy está más en la línea de acompañar que de liderar. De poner en manos del sector primario herramientas y posibilidades de formación. Ése es uno de los caminos. El otro es el del auto convencimiento. El de querernos más. Y el de unirnos para ser más fuertes. La administración, por cierto, tiene todavía asignaturas pendientes: el Complejo Agrotecnológico y la Granja Agrícola Experimental son instalaciones claramente infrautilizadas. Con enormes posibilidades para ser un vivero de nuevos productores. Estamos viendo cómo nacen opciones para nuevos empresarios en el CIC El Almacén y se facilitan ensayos para grupos musicales (todo está muy bien) y con las mismas se podría facilitar trozos de tierra y mano de obra a quien quiera intentar una aventura agrícola. Muchas son las ideas que emanan de quienes tienen que emanar: los agricultores, pescadores y ganaderos. De fin de semana o de treinta días al mes. Pero hay que escucharles y, luego, llevar a cabo lo que se pueda llevar a cabo. Pero lo que se pueda hacer, hacerlo. Y en lo que se pueda mediar, que se medie. Cada pequeño paso que se dé es un punto de confianza más que gana el sector. De momento el nivel sigue en rojo. Pero algún día subirá al verde.