Canarias, entre las seis regiones más pobres de Europa

Lanzarote: cuantos más guiris, más pobres somos

Entre los años 2001 y 2013 casi se dobló la población que se encuentra bajo el umbral de pobreza en la isla.

Lanzarote: cuantos más guiris, más pobres somos

¡Qué bien se vive en Canarias! ¿Seguro? A pesar de los récords de afluencia turística, el Archipiélago se encuentra entre las seis regiones más pobres de Europa. Las Islas están a la cola entre cerca de 300 regiones, 28 países y más de 500 millones de habitantes. El sol, las playas y el clima son estupendos para los turistas, pero para los canarios no son más que un espejismo del que se malvive. El mito del paraíso canario se derrumba.
 
Canarias es la comunidad autónoma con mayor aumento de pobreza severa entre 2008 y 2016, desde que estalló la crisis. Durante ese período, la pobreza severa ha pasado del 5,9 por ciento hasta el 13,6, ¡más del doble! Se considera que están aquejadas por la pobreza severa las personas tienen unos ingresos anuales inferiores a 4.104 euros o 342 euros mensuales. A la luz de las cifras, parece que el edén se encuentra exactamente en el otro extremo de la Unión Europea, lo que pone en entredicho el quehacer de Coalición Canaria después de permanecer en el gobierno autónomo más de veinte años de manera ininterrumpida.
 
En octubre, la tasa de paro en la isla bajó del 20% por primera vez desde 2008
Sin que sirva de consuelo, Lanzarote arroja unos datos un poquito mejores que el conjunto del Archipiélago, aunque entre 2001 y 2013 casi se dobló la población que se encuentra bajo el umbral de pobreza. El año pasado, este umbral para los hogares de una persona estaba en 8.209 euros anuales, y en 17.238 para los compuestos por dos adultos y dos menores de 14 años. Por otro lado, tampoco consuela saber que el pasado mes de octubre la tasa de paro en la isla bajó del veinte por ciento por primera vez desde 2008, una cifra por otro lado altísima comparada con la media de la Unión Europea, que es inferior al diez por ciento.
 
Las comparaciones son odiosas, es cierto, pero  a veces son inevitables para ilustrar los hechos. Canarias recibió el pasado año casi 15 millones de turistas, unos resultados extraordinarios que nos permiten codearnos con las dos autonomías más potentes en el sector: Cataluña y Baleares. Sin embargo, el último informe AROPE arroja un porcentaje de población en riesgo de pobreza y exclusión social del 17,9 para Cataluña y del 19,1 para Baleares, frente al 44,6 por ciento de Canarias. Eso quiere decir que casi una de cada dos personas en las Islas se encuentra en riesgo de pobreza y exclusión social, ¡casi la mitad!
 
Crecen la economía y los beneficios de las empresas, pero los salarios caen
 
La realidad es que la economía crece y los beneficios de las empresas también aumentan, pero los salarios caen. Dicho de otro modo, cada vez hay más turistas, pero también hay más pobreza. Por eso se extiende la impresión de que o no hemos salido de la crisis, o el sistema está montado para que los más débiles apechuguen a base de trabajo precario, bajos salarios y recortes en sus derechos.
 
¿Hay futuro? Los datos son desalentadores. La renta media española fue de 10.708 euros en 2016, mientras que en Canarias fue de casi 2.000 € menos. Mal pagados, muchos canarios experimentan un verdadero drama: trabajar ya no significa salir de pobre, puesto que el catorce por ciento de las personas con empleo se encuentra  en situación de pobreza.
 
El trabajo precario y la pobreza ya son un mal crónico
Todos estos datos refrendan los aportados por Cáritas, que ha alertado de la situación de pobreza estructural que existe en Canarias, puesto que, después de los peores momentos de la crisis, el número de personas atendidas se ha mantenido en cifras similares año tras año. En 2016, han sido más de 40.000 las que se han beneficiado en las islas de la labor de la ONG, directa o indirectamente. Por otra parte, el número de niños canarios que se encuentran bajo el umbral de la pobreza asciende a 135.000. ¡Terrible!
 
Seis de cada diez personas atendidas por Cáritas el pasado año tienen entre 40 y 59 años, están en exclusión social y tienen dificultades para acceder a un empleo. La mitad de las personas atendidas no tiene ningún tipo de ingreso, lo que cronifica la pobreza estructural en el Archipiélago. Por ello, el trabajo precario y la pobreza ya son un mal crónico. Algunos lo llaman ‘pobreza estructural’, haciendo referencia a un problema cronificado, como las enfermedades que no tienen cura.

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