Para los mayores la isla siempre ha sido de centro

El desempate derecha-izquierda en la política insular

Ciudadanos y PIL están en condiciones de romper el empate y decidir cuál de los dos bloques gobierna [con ellos], si la derecha o la izquierda.
El desempate derecha-izquierda en la política insular

¿Es Lanzarote de derechas o de izquierdas? Pues depende de a quien le preguntes, aunque declararse de centro nunca ha pasado de moda. Para responder el interrogante anterior hay dos fuentes bastante fiables. La primera procede de los resultados electorales, que no mienten, y la segunda sería el conjunto de personas mayores y experimentadas que, a lo largo de sus vidas, han visto políticos y acciones políticas de todos los colores, además de montones de tránsfugas y vira chaquetas.
 
Algo más de 93.000 personas mayores de edad componen el censo electoral en la isla, es decir, aquellos ciudadanos con derecho a votar en unos comicios. De ellos depende que gobiernen unos partidos u otros en las instituciones públicas y, a la vista de los resultados en las elecciones insulares de 2015 y las generales de 2016, el empate preside el equilibrio político entre la derecha y la izquierda en Lanzarote. Eso dicen los datos. Los mayores, en cambio, te dicen con firmeza que la isla siempre ha sido de centro, incluso durante el franquismo, y, en especial, desde el invento de Adolfo Suárez para afrontar la transición hacia la democracia después de 40 años de dictadura. Y ahora más que nunca, visto el ascenso de Ciudadanos (Cs) en las encuestas.
 
Quien no obtiene unos buenos resultados en la capital lo tiene complicado
 
Con 41.000 electores, Arrecife es la plaza que suele inclinar la balanza a un lado o al otro, pues cuenta con 4,5 de cada diez votantes. Por esa razón, los aparatos de propaganda y las mismas campañas electorales de los partidos políticos centran sus esfuerzos en esta plaza. Quien no obtiene unos buenos resultados en la capital lo tiene complicado para gobernar la isla con suficiencia. En el polo opuesto se encuentra Haría, con menos de 4.000 electores. El segundo escalón de las plazas más disputadas lo ocupan San Bartolomé y Teguise (12.000-13.000 votantes) y el tercero Tías y Yaiza (8.000-10.000 votantes).
 
Pero las cosas no son tan sencillas, puesto que hay que tener en cuenta que no todo el mundo vota. De hecho, en unas locales casi la mitad de las personas con derecho a voto ni se molestan en acudir a los colegios electorales a depositar sus papeletas, y pasan a engrosar las filas de la abstención. Y suponen muchos miles de personas, cuarenta mil para ser precisos: casi tantos como los que sí votan.
 
En las insulares de 2015 se produjo un empate entre la derecha y la izquierda
Otro gran enigma a desvelar es qué se entiende por derecha, centro e izquierda en la política insular. La mayor parte de las fuerzas políticas tienden situarse en torno al centro, más o menos, a excepción de Podemos y Somos Lanzarote, entre las formaciones significativas, que se colocan claramente a la izquierda. ¿El PP? De derecha o centro-derecha. ¿CC? Con aparente vocación transversal, trata de rehuir el debate derecha-izquierda y se alinea con la dicotomía dentro-fuera (o nosotros-ellos), pero es derecha. ¿PSOE y Nueva Canarias? En centro-izquierda. ¿PIL? Una rareza local que trata de situarse en el centro, como Cs, la emergente fuerza naranja a la que es posible identificar en el centro, aunque muestra una gran capacidad para bascular a babor y estribor.
 
A pesar de que cultivan la ambigüedad, porque casi todos los partidos huyen del encasillamiento, en las elecciones insulares de 2015 se produjo un empate técnico entre la derecha y la izquierda, 17.600 papeletas de un lado y 18.600 del otro. Pero PIL y Cs sumaron 5.500 votos. Un año después, en las generales, el bloque de la izquierda se impuso a la derecha en el Congreso (24.700 votos frente a 19.000) y en el Senado (23.000 votos frente a 21.000). El PIL no se presentó y Cs consiguió más de 6.300 papeletas para la Cámara Baja y 4.000 para la Alta.
 
Nada presagia que se vayan a producir grandes cambios en la correlación de fuerzas entre la derecha y la izquierda en Lanzarote, pero, por lo que se aprecia, y dada la creciente fragmentación del voto, serán los seis mil electores que, como mínimo, apoyarán a Cs y al PIL quienes estarán en condiciones de romper el empate y decidir cuál de los dos bloques gobierna [con ellos], si la derecha o la izquierda. Si, además, el PIL se integra en Cs, ya no habrá dudas sobre quien será el gran árbitro de la política insular. Y eso a no ser que Cs prosiga su acenso imparable y acabe arrasando.

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