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El Aeropuerto César Manrique-Lanzarote y la racanería

El cambio de nombre del Aeropuerto de Madrid costó entre medio millón y un millón de euros y fue asumido por Aena.

El Aeropuerto César Manrique-Lanzarote y la racanería

El Aeropuerto de Lanzarote factura unos 70 millones de euros anuales, de los que Aena SA obtiene unos beneficios de más de 30 millones de euros. Un pastón limpio de polvo y paja en cuya obtención es innegable que algo aporta la obra pública de César Manrique en la isla. A pesar de ello, Aena SA no está dispuesta a hacerse cargo del coste que supondría el cambio de denominación del aeródromo lanzaroteño, que pasaría a llamarse Aeropuerto César Manrique-Lanzarote a propuesta del pleno del Cabido Insular. El coste se estima en unos cien mil euros, en los que se encuentran apartados como cartelería, señalética o rotulación.

¿Son los de Aena SA unos rácanos? Eso parece. Aunque el PP también puede alardear de tacañería, ya que hace unos días impuso su mayoría absoluta en el Senado para oponerse en la Comisión de Fomento a una moción que instaba al Gobierno de España a modificar el nombre del aeropuerto. El PP aseguró estar a favor del cambio, pero, tras hurgar en sus bolsillos, planteó que fuera el Cabildo el que corriera con los gastos. El senador por Lanzarote, Joel Delgado, ha optado por salir de la escena, guardar silencio y tratar de pasar desapercibido, como si la cosa no fuera con él.
 
De los 48 aeropuertos gestionados por Aena SA no llega a la decena los que obtienen beneficios, el de Lanzarote entre ellos
 
No es que Aena SA padezca flojera económica, ya que gestiona los aeropuertos de interés general en España. A pesar de que el 51% del capital de la sociedad es público, la compañía comenzó a cotizar en Bolsa hace dos años dentro del selectivo IBEX 35. De los 48 aeropuertos gestionados por Aena SA no llega a la decena los que obtienen beneficios, el de Lanzarote entre ellos, a la vez que mueve más de seis millones de pasajeros al año ¡Sí! ¡Unos cicateros de mucho cuidado!
 
La trayectoria César Manrique (1919-1992) ha dejado huellas imborrables en el aeropuerto y en la isla entera. El 15 de junio de 1954 se inauguraba el bar de la primera terminal del aeropuerto, que contenía un mural del artista. Esta antigua terminal alberga en la actualidad el Museo Aeronáutico de Lanzarote, mostrando una copia del mural original. En 1969, se inauguraba el nuevo edificio de la terminal del aeropuerto, cuyo interiorismo llevaba la impronta artística de César, quien, además, aportó un nuevo mural que todavía hoy se conserva entre sus paredes. Asimismo, uno de sus Juguetes del Viento se alza en una de las rotondas interiores del recinto aeroportuario.
 
A Joel, suarista por influencia de su mentor, le pareció estupendo que Aena costeara el cambio de Barajas
 
En el extranjero son múltiples los casos de aeropuertos dedicados a destacadas figuras de su tiempo. Algunos ejemplos son los aeropuertos John Fitzgerald Kennedy en Nueva York, Charles de Gaulle en París, Indira Gandhi en Nueva Delhi o Ataturk en Estambul. En España hay varios antecedentes de aeródromos que llevan nombres de personas. En marzo de 2014, el Ministerio de Fomento aprobó la modificación de la denominación oficial del Aeropuerto de Madrid-Barajas, que pasó a llamarse Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas en honor al ex presidente del Gobierno español con motivo de su fallecimiento.
 
¡Ah!, por cierto, el cambio de nombre del Aeropuerto de Madrid costó entre medio millón y un millón de euros y fue asumido por Aena. A Joel, suarista por influencia de su mentor, el recordado Cándido Reguera, le pareció estupendo. 

Joel, ma non troppo

El senador por Lanzarote Joel Delgado comparte que la asociación entre Lanzarote y Manrique es de extraordinaria importancia para la promoción exterior de la isla. Y no sólo eso, sino que debiera hacerse aún más visible tanto por razones de estricta justicia con la figura de César, como por el interés promocional de Lanzarote. También comparte que la herencia del artista resulta fundamental para entender Lanzarote.

Joel está de acuerdo en que César debe seguir siendo el altavoz de la isla para difundir el mensaje vital de la conservación del paisaje y el territorio, por lo que cuando alguno de los seis millones anuales de pasajeros se pregunte quién está detrás del nombre del aeropuerto que les recibe, investigarán, leerán y se dejarán influir por el mensaje y la esencia de Manrique.
 
A Joel se le ilumina la cara cuando lo dice, pero antes que senador por Lanzarote es, ma non troppo, senador del Grupo Popular.

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