¡Ay! Estos nacionalistas…

¡Ay! Estos nacionalistas…

El nacionalismo conservador español en Lanzarote anda algo confundido y lo puede pagar muy caro. Si se desinfla un término -España- y se infla sin parar el otro –nacionalismo-, puede ocurrir que el nacionalismo -español- se desconcierte debido a la deriva de los dirigentes populares y acabe transmutado en cualquier nacionalismo conservador -canario-.
 
Ser semejantes en el conservadurismo es una condición necesaria para que dos fuerzas políticas sellen un acuerdo de gobierno, que es lo que han hecho CC y PP en el Cabildo. Pero no es condición suficiente, ya que, además, se requieren sendos análisis estratégico y táctico que aconsejen el pacto. Se requiere cabeza de la de pensar, es decir. Y en esto, al PP se le ha ido la mollera, circunstancia que el nacionalismo canario conservador ha aprovechado para abrazar a los populares hasta la asfixia.
       
No pocos conservadores dejarán de votar al PP para erradicar algunos vicios del poder
 
Si no reacciona a tiempo, y fácil no lo tiene, al PP sólo le quedará una lectura por hacer y viene a ser, más o menos, la siguiente: ¿pero en qué enredo nos ha metido Astrid y su desmedida ambición por seguir siendo la lideresa del partido a cualquier precio? El párrafo siguiente tampoco tiene desperdicio: por enésima vez, Coalición realiza un gran esfuerzo para presentarse ante la sociedad como el único y gran referente del conservadurismo canario, para lo cual no ha tenido más remedio que reducir al PP a un partidito anecdótico y subsidiario.
  
Mientras en el PP aumentaba el número de votantes que pensaba que ya es hora de que Coalición Canaria pasara a la oposición una temporada, la dirección del partido vuelve a humillarse al entrar en el gobierno del Cabildo para no fraguar mayoría alguna y haciendo un ridículo espantoso. Visto lo visto, muchos de esos votantes populares comienzan a mirar con curiosidad hacia las encuestas que vaticinan un fuerte aumento de Ciudadanos en detrimento de un PP cada vez más errático y senil. Hay otros espacios no tan conservadores, pero fiables y más modernos, y, por eso, no pocos nacionalistas españoles dejarán de votar al PP para erradicar algunos vicios del poder -internos- que se adquieren cuando alguien llega a creerse que su posición política en la vida es permanecer siempre en el poder.

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