Top Secret, 21 de abril de 2017

Aquí les hemos venido contando, al minuto, los enormes esfuerzos de la Autoridad Portuaria de Gran Canaria y Fuerteventura (así debería denominarse ya a poco que nos pongamos a ello) por seguir inflando a inversiones el Puerto de La Luz a costa de racanearlas a Lanzarote. ¿Qué ocurrió en el último Consejo de Administración? En realidad poca cosa, porque los verdaderos consejos de administración de esa Autoridad Portuaria se celebran en los despachos de las patronales empresariales de la isla capitalina. El presidente de la Autoridad Portuaria de Gran Canaria y Fuerteventura, Luis Ibarra, acude a ellos con el catecismo aprendido. Nada más enterarse de la llorona que les entró a los empresarios canariones cuando el Ministerio de Fomento garantizó para Lanzarote más de 23 millones de euros para el cierre sur de Los Mármoles y cuando vio que los popes le habían dejado varias llamadas perdidas y unos cuantos whatsapps  en su móvil de última generación, llamó a Fomento para que le ampliaran la información y allí le ratificaron lo que el Senador por Lanzarote anunció: hay 23 millones y pico para Lanzarote y son para el cierre de los mármoles. Ibarra alegó que ese dinero ya estaba asignado a La Esfinge famosa y que los planes son los planes y dice que Madrid le contestó que el dinero para Lanzarote vendrá de Europa y que no se tocará nada de lo de Gran Canaria.

 

Ese argumento ha servido para que el bicho empresarial grancanario calme de forma momentánea su enojo y para que este miércoles miraran más raro de lo habitual a los representantes lanzaroteños en el Consejo de Administración. Han tomado nota que Lanzarote les puede puentear cuando les apetezca, al menos en la actual coyuntura política y que a Ibarra ya le sirve de bien poco el único cariño verdadero que le queda en esta isla y que son sus compañeros del Partido Socialista. Los que le permitieron hacer esa valla de la vergüenza en Puerto Naos, que aleja Arrecife del mar, y que ahora el presidente del Cabildo, Pedro San Ginés, ya le ha dejado claro que la quiere en el piso. Total, que les dijo a los empresarios de Gran Canaria que tranquilos que lo de Lanzarote se hará si Europa manda pasta. Y casi a la misma hora el Senador Joel Delgado le decía públicamente que dejara de enredar que el dinero está en los presupuestos y que ya se buscará la vida el Ministerio por ver de dónde lo saca, pero que vendrá. Y así las cosas, San Ginés ya le sugirió que fueran pintando en el Plan Director la nueva obra, que ampliara la denominación y que preparara la máquina de las adjudicaciones para ponerse manos a la obra en el Muelle de Cruceros y el cierre Sur. Seguro que Ibarra ha tenido mejores meses que este abril que le está llevando por la calle de la amargura.

 

Éramos pocos y parió la abuela. A este indiscriminado lanzamiento de misiles desde Lanzarote hasta la Autoridad Portuaria de Gran Canaria y Fuerteventura (y ya se espabilarán los majoreros por seguir formando parte de ella) se ha apuntado la Confederación Empresarial de Lanzarote. Su actual presidente, Paco Martínez, ha tardado poro en mandar a paseo a uno de los jefes de Ibarra:  José Juan Ramos, presidente de Fedeport. Para la Confederación Empresarial de Lanzarote, "las mezquinas e insolidarias declaraciones de Fedeport responden únicamente al secular desconocimiento y olvido con el que se han visto desde la Autoridad Portuaria las necesidades de cualquier otro puerto que no fuera el de Las Palmas y son una muestra significativa del comportamiento endogámico y discriminador que se ha tenido". Ramos había dejado entrever lo que la política y el dinero de Gran Canaria ha dejado entrever toda la vida: que lo de aquí es prescindible y lo de allá es importantísimo. Pero parece que esto está cambiando. A ver cuánto dura.