Manifiesto por un Ley Electoral “incompatible con el insularismo”

La reforma del sistema electoral canario vuelve a la palestra

Proponen una única circunscripción con hasta 50 diputados, aunque mantienen dos diputados por cada una de las cinco islas menos pobladas.

La reforma del sistema electoral canario vuelve a la palestra

El sistema electoral canario es uno de los más injustos y antidemocráticos del mundo. El 17% de la población mayor de edad elige al 50% del parlamento, mientras que el 83% restante elige al otro 50%. Por eso, la reforma del sistema electoral es uno de los temas más demandados, controvertidos y recurrentes desde que se aprobó el Estatuto de Autonomía de Canarias, pero hasta ahora no ha habido manera de meterle mano.

La reforma ha vuelto a la palestra ya que más de un centenar de personas han firmado un manifiesto por un sistema electoral “más democrático, justo e incompatible con el insularismo”. Entre los firmantes se encuentran el economista Antonio González Viéitez, miembro del Gabinete Científico de la Reserva de Biosfera de Lanzarote, y el arquitecto Faustino García Márquez, quien cesó a petición propia como integrante del citado del Gabinete.
 
Los firmantes reclaman un nuevo sistema que se aproxime al principio de “una persona, un voto”
 
Para ellos, la Ley Electoral Canaria fue pactada entre los poderes fácticos de las Islas cuando llegó la democracia “con un único objetivo: impedir cualquier cambio real en los equilibrios de poder entre las fracciones de la clase dominante”. Los firmantes reclaman un nuevo sistema que se aproxime al principio de “una persona, un voto”, aunque conservando cierto equilibrio territorial para evitar la tentación al abuso que caracteriza al centralismo provincial que anida en las ciudades Las Palmas de Gran Canaria y Santa Cruz de Tenerife.
 
A juicio de los firmantes del manifiesto, las desigualdades del sistema electoral canario “no se resuelven aumentando el número de diputados ni jugando con las barreras electorales”, ya que esa dinámica “lo único que hace es desviar la discusión de lo realmente importante: el inmenso poder de una minoría”. Se refieren a la posibilidad de aumentar el número de diputados de los 60 actuales a 70, como alguien ha propuesto, y que los diez adicionales se elijan en una circunscripción única que abarque todo el Archipiélago. Y se refieren también a la propuesta de rebajar los topes para acceder al Parlamento. Para que un partido tenga derecho a escaño debe superar el 6% de los votos en toda la región, o el 30% de los votos en su isla, o ser la fuerza más votada en su isla. Eso no son topes, sino obstáculos insalvables que quiebran la democracia.
 
La triple paridad  ha servido para “perpetuar la dependencia de la población del poder de los caciques insulares”
 
La denominada triple paridad es el verdadero problema, según los firmantes. Consiste en un triple equilibrio en el reparto de los 60 escaños del Parlamento: igual número de diputados entre provincias, igual número de diputados entre Gran Canaria y Tenerife e igual número de diputados entre las dos islas más pobladas y el resto. Entre las dos provincias suman 60 escaños, treinta S/C de Tenerife y treinta Las Palmas. Entre las dos islas más pobladas suman 30, quince Gran Canaria y quince Tenerife. Y entre las islas cinco menos pobladas y las dos más pobladas también suman 60, treinta para cada grupo.
 
Aseguran los firmantes que la triple paridad no ha permitido el desarrollo democrático ni económico, ni ha favorecido a la calidad de vida de las islas menos pobladas de Canarias por igual. Por el contrario, afirman que El Hierro,  La Palma y La Gomera, pierden población, permanecen social y económicamente estancadas y, mientras tanto, no dejan de acrecentarse las diferencias con las dos islas más pobladas (Tenerife y Gran Canaria). Esta situación se debe a que la triple paridad  ha servido para “reforzar el poder del caciquismo como instrumento para perpetuar la dependencia de su población del poder de los caciques insulares”.
 
Los firmantes tienen una alternativa al sistema actual. Proponen una única circunscripción canaria con hasta cincuenta diputados, aunque mantienen, por razones estrictamente de respeto histórico, dos diputados por cada una de las cinco islas menos pobladas, con los que se mantendría el número actual de sesenta diputados.

Una llave para que siempre gobiernen los mismos

La Cámara regional está compuesta por 60 diputados. La circunscripción electoral es la isla y, a su vez, cada circunscripción tiene su propia asignación de diputados. De acuerdo con esto, corresponden 15 a Gran Canaria, 15 a Tenerife, ocho a La Palma, ocho a Lanzarote, siete a Fuerteventura, cuatro a La Gomera y tres a El Hierro.

Asunto distinto, pero muy próximo, son las barreras o topes electorales. Estos topes, que en España varían entre el 3% y el 5%, se fijaron en un 20% en la circunscripción y un 3% en la región. Estas barreras fueron elevadas en 1996 al 30% y 6%, respectivamente, convirtiéndose en las más altas del Estado y de Europa, y un caso único en España con dos barreras electorales simultáneas.
 
Por otro lado, la doble barrera da lugar a paradojas como que en una circunscripción pequeña se obtenga diputado con 1.500 votos y en otra grande con 55.000 votos no se obtenga ninguno. Y otras rarezas, como que Fuerteventura, pese a tener más población que La Palma, tenga un escaño menos.

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