Opinión

¿Es posible que una parte de España se independice? ¡Por supuesto que sí!

¿Es posible que una parte de España se independice? ¡Por supuesto que sí!

España disfruta de un Estado de Derecho, los españoles vivimos en una democracia en la que impera la ley y en la que existen vías legales y democráticas para cambiarlas y adaptarlas a las nuevas necesidades y anhelos de la sociedad.

Existe una vía legal y democrática que permitiría que una parte de España se escindiera y fuera independiente a partir de un determinado momento. La democracia española está lo suficientemente evolucionada en su diseño como para que ninguna circunstancia sea imposible, siendo ello uno de los principales elementos que la distinguen de cualquier dictadura. Pero, ¿cuáles son los condicionantes para que una parte del territorio español se independizara de España?
 
En las dos Cámaras Legislativas, Congreso de los Diputados y Senado, tendrían que existir arcos políticos secesionistas, es decir, conformados por partidos políticos que hubieran concurrido a elecciones generales con objetivos explícitamente independentistas. Las proporciones de esos arcos políticos separatistas no bastaría con que se sustentaran en mayorías absolutas, tendrían que sustentarse en mayorías cualificadas y, además, las cualificadas que establece la ley para este propósito tan singular.
 

Conseguido lo anterior y sólo en ese caso, se podría convocar un referéndum en el que votaran todos los españoles y en el que se preguntara por la independencia de un determinado territorio de España. En caso de que en ese referéndum los españoles se pronunciasen positivamente respecto de la independencia de ese determinado territorio, el proceso seguiría adelante.
 
El siguiente paso sería reformar la Constitución de España para lo que habría que iniciar un proceso específico en las dos Cámaras Legislativas. Una vez tramitado el nuevo texto constitucional y refrendado por ambas Cámaras, por mayoría cualificada específica, se procedería a la disolución inmediata de las Cortes y a la convocatoria de elecciones generales. Las Cámaras legislativas resultantes de dichas elecciones generales revisarían el cambio constitucional que debería ser aprobado nuevamente por mayoría cualificada específica. Finalmente, una vez aprobado el texto, se sometería a referéndum en el que votarían todos los españoles.
 
Sólo después de todo el proceso descrito podría procederse a la declaración de independencia de una parte de España.
 
Cabe resaltar, en el hipotético procedimiento legalmente establecido y descrito anteriormente, la participación directa e indirecta de todos los españoles, pues la independencia de cualquier parte de España está sujeta a la decisión de todos y cada uno de los españoles en virtud de la Soberanía Nacional que recoge la Constitución española. En cuanto al tipo de participación, directa e indirecta, precisar que la directa es la participación personal de cada español vía referéndum y la indirecta es a través de los representantes soberanos de todos los españoles, Diputados y Senadores.
 
Cualquier otro planteamiento diferente es ilegal y, por tanto, susceptible de ser delictivo y castigado. Castigado por medio del Código Penal. Pero además de las consecuencias penales individuales, puede haber otras consecuencias como las derivadas del artículo 155 de la Constitución de España.
 
La grandeza de cualquier democracia es que el pueblo es quien decide y lo hace dentro de los cauces legales establecidos por la propia democracia. No se puede apelar a la democracia cuando conviene y rechazar la democracia cuando no conviene.
 
Sigfrid Soria del Castillo Olivares, ex Director General de Seguridad y Emergencias del Gobierno de Canarias. Ex Diputado del Parlamento de Canarias

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